Antes de conocer un poco del fallecimiento del pintor peruano Sérvulo Gutiérrez, es importante que como lector conozcas que la pintura artística, es el arte de representar de forma gráfica utilizando colores mezclados con otras sustancias aplicando diferentes técnicas, haciendo énfasis en los conocimientos de teoría del color y de composición pintoresca, y el dibujo.
La pintura representa las emociones en todo su esplendor es una manera de comunican entre las personas, es decir, en el proceso del lenguaje y la comunicación artística el pintor es el emisor, es quien transmite el mensaje y el público es el receptor, quien recibe el mensaje.
Sin embargo, una breve revisión a la historia del arte moderno y contemporáneo permite comprender su justo valor y sus dependencias. Ejemplo de ello, el famoso pintor peruano Sérvulo Gutiérrez, quien nació en la ciudad de Ica en febrero del año de 1914. Hijo de Daniel Gutiérrez Fernández y Lucila Alarcón Valverde, fue el quinto fruto de una familia numerosa. Dedicada desde varias generaciones a la artesanía y la restauración artística. Lo que da a entender, que el talento ya venía desde el nacimiento.
Desde temprana edad, Sérvulo Gutiérrez, trabajó en diversos oficios tales como: mozo de restaurante y de peón durante la construcción de la carretera Pisco-Castrovirreyna.
Gutiérrez fue boxeador y llegó a ser campeón nacional y subcampeón sudamericano de la categoría Gallo, antes de descubrir y desarrollar su pasión por la pintura.
Inicios pintorescos de Sérvulo Gutiérrez
Ya para los años 30, Sérvulo viajó a París, donde estudió pintura y escultura. Desarrolló sus primeras creaciones en Buenos Aires, con un característico estilo de trazos y colores fuertes y expresivos. Lo que lo llevo en el año de 1942, obtener el primer premio en un concurso realizado en la selva peruana con figuras que representan a las Amazonas como arqueras. Donde dejo plasmado su pasión por la pintura.
Sin duda, es considerado el artista peruano más importante y de gran trayectoria de su generación gracias a su manea de representar en sus pinturas por medio del expresionismo en las distintas latitudes latinoamericana. Cabe destacar que Gutiérrez fue un pintor completamente autodidacta, era bohemio y creía en las bebidas espirituales, en lo natural, respetando las raíces de sus ancestros.
Años inolvidables
Una vez el pintor comento que no se necesitaba pintar indios o llamas para hacer un arte peruano, y en los años de 1942 y 1946 deslumbro a muchos al pintar de manera limpia y con un acabado delicado con toques cálidos de figuras indígenas, reflejando en ello amor a su patria a la que regresaba tras larga ausencia.
Para el año de 1954 su pintura ya era más madura, y jugaba con gamas de colores fuertes, como: rojo, verdes, azules, colores que representaban alegría y la vida en su total plenitud. De hecho llego a pintar ya casi acercándose su muerte a Santa Rosa de Lima de colores rojo.
El adiós del pincel
Sin duda, Gutiérrez fue un artista en todo su esplendor, y que falleció el 21 de julio de 1961, a los 47 años de edad, de una afección hepática, en Lima.
Actualmente, se rinde tributo de manera imborrable a su memoria y el recuerdo de cada obra artística, donde el pincel dibujaba lo que las palabras muchas veces no pronunciaban en cada 21 de julio, donde muchos pintores se enorgullecen de ser parte de lo que un día materializo Sérvulo Gutiérrez nuestro pintor Peruano.